analíticas

jueves, 14 de abril de 2016

Sketch de Blankets, por Craig Thompson


A Craig Thompson lo conocí en persona allá por 2004. En aquel entonces tuve la oportunidad de entrevistarle por la publicación de Blankets y sobre un folio blanco le grabamos dibujando a la coprotagonista del cómic durmiendo plácidamente en la cama. Debo confesar además que fue en aquella época cuando comencé a sumergirme en esta rara afición de coleccionar originales. Por lo tanto, ese sketch fue una de mis primeras adquisiciones. Unas semanas después me compré el álbum. La verdad, en esa época mi interés estaba absolutamente centrado en el cómic americano. Han pasado ya doce años respecto a aquello. Ayer fue el día en que el artista volvió a visitarnos a Bilbao. En concreto, presentaba Almóndigas del Espacio, su primer álbum apto también para el público infantil. En esta ocasión opté por pasar de él y centrarme en mi copia de Blankets. Antes tuve que deshacer todo el trastero de mi casa para dar con él. La labor me llevó dos días pero valió la pena. Lo encontré y ahora lo tengo mucho mejor ordenado. Je, je. Mi única preocupación era que Craig me dibujara de nuevo el mismo sketch que ya me realizó en 2004. Valía la pena arriesgarse. Además aún en ese caso le iba a grabar en vídeo el proceso y, aunque parecido, nunca hay dos sketches exactamente iguales. La charla previa fue más bien cortita. Algo lógico si tenemos en cuenta que la librería estaba llena hasta la bandera. Había que dejar tiempo para las firmas. Con cierta agilidad me coloqué en la cola. Quedé en un décimo puesto más o menos. Así tuve la oportunidad de ver los dibujos que iba realizando el autor. Por cierto, tan solo un Almóndiga del Espacio le pasaron en ese intervalo, luego cayó algún ejemplar más. Los tres primeros Blankets recibieron el mismo sketch, la chica cerrándose un abrigo para combatir el frío. Por ahí pasó también algún Habibi, otro de sus trabajos. Tras estos cayeron dos Blankets más en los que dibujó la chica durmiendo. El siguiente era yo. La verdad no quería decirle nada para no tener que explicarme en inglés. Tan solo le pedí permiso para grabarle en vídeo y casi ni me entiende. Llegó mi turno y, ya lo estáis viendo, me cayó la joven dormilona otra vez. Una lástima. En cualquier caso, me quedé muy contento. Como digo, no hay dos sketches iguales y es muy bonito. Para la próxima vez ya le llevaré un cómic diferente.

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