Página Original de Red Sonja, por Sergio Dávila

Este pasado fin de semana se ha celebrado en Getxo el Salón del Cómic. Un evento que, pese al triste descenso continuado de presupuesto, ha mantenido un nivel bastante respetable con decenas de autores invitados. La mayor pega, la práctica ausencia de representantes del cómic americano. Reducida exclusivamente a dos autores locales. El guipuzcoano, Ángel Unzueta, y el cántabro afincado en Guipuzcoa, Álvaro Martínez Bueno. Este último recordemos reciente ganador de un Premio Eisner por su serie The Nice House on the Lake. Lo que le daba un valor especial. Ah, y regresaron al Salón los autores internacionales. Aunque tímidamente. Únicamente con la presencia de Emile Bravo. Ojalá eso cambie para futuras citas y traigan al menos dos. A destacar también el hecho de que no hubiera carpa. La Plaza de las Arenas está en obras y hubo que trasladar el evento a una calle anexa y a la Plaza situada junto a la Casa de Cultura, donde suelen celebrarse los actos oficiales del Salón. Según me comentó una librera, notó que había mucho más movimiento de gente. Todavía era pronto para hablar de ventas pero se les veía satisfechos. Mis objetivos principales de este Año eran Álvaro Martínez, Fernando de Felipe, Jesús Alonso Iglesias y Núria Tamarit. A Emilé le dejo fuera dado que ya conseguí cuatro sketches suyos en Jaca este mismo Año. También vaya casualidad...Mi primer contacto con Getxo fue ya el Viernes por la mañana. Casi más para saborear el ambiente salonero que para otra cosa dado que a esas horas no suele haber sesiones de firmas oficiales. Estaba lloviendo. A ratos bastante. Pero afortunadamente a la hora comenzó a aclararse el día y no supimos más de la lluvia durante el resto del certamen. Lo primero que hice fue acercarme al stand de Studio Cómics y comprar varias grapas americanas. Además tenían la carpeta habitual de originales. Sobre todo de Sergio Dávila. Encontré esta página de Red Sonja a un precio reducido. Dado que ya no suelo acceder a páginas originales y esta estaba muy rebajada la compré sin darle muchas vueltas. Así arrancaba para mí el Salón de 2022.

Página Original de Legenderry, por Sergio Dávila

Cogí el metro por la mañana y me dirigí al Salón del Cómic de Getxo. Como es habitual en este evento, no había nada programado en ese hueco. Esas primeras horas, todos los Años, son horas que se dejan pasar sin pena ni gloria. Mi intención sobre todo era acudir para disculparme con las personas a las que podría haber molestado alguna de las cosas que escribí en este blog en el momento de calentón que tuve unos días antes. Llegué a la Plaza de la Estación y allí estaban los stands. Sin carpa, eso sí. Novedad, en esta ocasión, obligada por la pandemia. Acababan de inaugurar el evento y el público comenzaba a recorrer el espacio entre los stands. Tras las debidas disculpas, lo primero que hice es acercarme al puesto de Studio Cómics. Este suele traer algunas carpetas con originales y conviene ir pronto para que no vuelen las más interesantes. Le pedí los portafolios que tuviera más económicos. No andaba yo para grandes gastos. Hay que tener en cuenta que parte de mis ahorros para la ocasión habían volado durante aquellas horas de furia. Me acercó dos carpetas. Finalmente, opté por la que tenía los precios un poco más altos. No creáis, seguían siendo asequibles. Sobre todo encontré en su interior numerosas páginas originales de Sergido Dávila. También algunas de prueba para mandar a editoriales y bocetos. Esta llamó rápidamente mi atención. Aunque estaba un poco por encima de precio de lo que andaba buscando. Afortunadamente, el encargado del stand me hizo una pequeña rebaja que terminó por convencerme. Sin duda, es una paginaza. Superbonita. Pertenece a la colección Legenderry, una historia steampunk con personajes femeninos del Universo Dynamite. En el caso de la que os muestro, quien aparece en la imagen es Red Sonja. Muy buena compra para empezar bien el Salón de Getxo. Por cierto, no llevaba ninguna carpeta para meter el original. Un A-3. Lo tuve que llevar a casa suelto. Y lo peor de todo es que se puso a llover justo a última hora. Afortunadamente, me dio tiempo a llegar a la estación de Metro y cuando salí en mi parada la lluvia había parado. Llegó a casa sin sufrir daños. Como se puede ver en la muestra a color, la última viñeta está reservada al título del número seis de la colección. Estamos ante la primera página de la historia. De la historia y de mi experiencia en Getxo. En el próximo post seguimos cabalgando por el Salón.

Página original de Red Sonja, por Sergio Dávila

Y llegamos al Salón del Cómic de Getxo. Un certamen que este Año ha sido, debo decir, magnífico. Absolutamente increíble. Es cierto, que a priori se echaba en falta un nombre de esos capaz de atraer por  sí solo a numerosos aficionados; pero se ha suplido con un gran número de autores nacionales de gran talento. Además debo destacar que lo han dado todo para contentar a su público. La precipitada marcha de Salva Espín que dejó el Salón un día antes y algún pequeño fallo en el reparto de números durante la sesión de firmas del Domingo no han empañado para nada un Salón formidable. De esos en los que consigues todos tus objetivos y alguno más inesperado. Una cita que me ha dejado un fantástico sabor de boca. Comenzamos el viaje. Hace dos posts me quejaba por la manera en que se siguen desaprovechando las mañanas de los Viernes. Debo decir que hubo tantas sesiones de firmas de los autores que, a pesar de ello, hubo tiempo para conseguir todas las dedicatorias que uno deseaba. Así que ese detalle no supuso ningún problema. Ese día, como ya sabéis, no acudí al certamen hasta la tarde. Por la mañana, solo había una sesión de firmas y era de Vergüenza y Olvido, el cómic que ya me habían dedicado el día anterior en la Librería Joker. Otros compañeros coleccionistas me comentaron que en el stand de Studio Cómics había páginas originales de Sergio Dávila a un precio muy apetecible así que lo primero que hice nada más entrar en la carpa fue dirigirme hacia allí. En total había tres carpetas. Solo miré la primera y ya me decidí por esta página. No quise mirar las otras dos para no volverme loco. Además no quería perder excesivo tiempo para situarme en buena posición en la primera sesión de firmas que me interesaba. La página de Dávila es una auténtica pasada. Me encanta. Una excelente compra para arrancar el Salón.

Sketch de Conan, por Sergio Dávila

Tras conseguir mi primer sketch continué caminando por los pasillos del ComikD.  Muy cerca de Iván Gil encontré otra sesión de firmas. En este caso del artista Jaime Calderón. Un autor del que tengo todas sus novelas gráficas pero que no las había traído conmigo. Además tenía una cola de unas seis o siete personas con lo que no tenía posibilidades. Os recuerdo que solo podía estar una hora en el Salón. Tuve que renunciar a él a pesar de llevar varios años intentando conseguir que me dedique uno solo de sus cómics. Qué le vamos a hacer...Continué caminando y encontré un par de exposiciones. Una dedicada a Star Wars y otra centrada en ilustradores vascos. No me detuve en ellas demasiado. En otro stand, descubrí a otros dos dibujantes firmando sus trabajos. Eran Sergio Dávila e Iñaki Holgado. A primera vista estaban bastante rodeados de gente por lo que estuve a punto de pasar de largo. Pero al acercarme un poco más a echar un vistazo, de pronto, casi milagrosamente, descubrí que Sergio se había quedado libre mientras Iñaki continuaba con varias personas. Esta era la mía. Compré su trabajo Legenderry y le pedí que me lo firmara. Él me preguntó si quería un dibujo. Yo le contesté que por supuesto. La verdad es que la pregunta me sorprendió un poco. Me consultó si tenía un papel. Mira por donde eso sí que había traído. Le pasé un Din A-4. Por lo visto el papel satinado del cómic que adquirí no era adecuado para dibujar. ¿Qué quieres? La verdad es que estaba un poco descolocado y no tenía ni idea así que le dije que me dibujara lo que quisiera. Rápidamente comenzó a abocetar un personaje. Cuando completó el boceto me preguntó si sabía quién era. Justo acababa de dibujarle el escudo por lo que yo contesté que el Capitán América. No era mi día con Sergio. Él me aclaró que no. Que era Conan. En mi defensa diré que estaba viendo todo el proceso de dibujo a través de la pantalla de mi móvil con lo que no podía ver los detalles del sketch. Sergio continuó dibujando. Durante todo el proceso se le acercó muchísima gente absolutamente anonadada con su talento. Cuando me entregó su Conan me fui más contento que unas castañuelas. Con Sergio ya había coincidido hace unos años en Avilés pero en ningún momento tuve la oportunidad de acercarme a él. Los elementos se habían aliado conmigo.